
Clasificación y valoración de los instrumentos de deuda según la NIIF 9
Clasificación y valoración de los instrumentos de deuda según la NIIF 9 https://bfauditores.com/wp-content/uploads/2025/04/foto-07.04.2025-1024x652.jpg 1024 652 BF Auditores BF Auditores https://bfauditores.com/wp-content/uploads/2025/04/foto-07.04.2025-1024x652.jpg¿Cómo debemos clasificar y valuar nuestros instrumentos de deuda en cartera?
La correcta clasificación y valoración de los instrumentos de deuda en cartera es un aspecto fundamental para cualquier organización, ya que no solo afecta la precisión de los Estados Financieros, sino que también tiene un impacto directo en la toma de decisiones estratégicas y en la transparencia ante inversionistas, autoridades fiscales y otros grupos de interés.
Al registrar los instrumentos de deuda, las entidades deben cumplir con las normativas establecidas por las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). En particular, la NIIF 9 establece cómo deben ser clasificados y valuados los instrumentos de deuda en función del modelo de negocio y los flujos de efectivo esperados. Este proceso es clave para garantizar que estos activos se presenten de manera justa y reflejen adecuadamente la situación financiera de la entidad.
Primero, definamos brevemente qué es un activo financiero: se trata de un activo, como pueden ser acciones, bonos, préstamos o cualquier inversión que pueda generar flujos de efectivo en el futuro.
Dentro de estos activos se encuentran los instrumentos de deuda ya que son activos financieros que representan una obligación de pago por parte del emisor hacia el poseedor del instrumento. Entre los más comunes se incluyen a los bonos, prestamos, certificados de depósito, entre otros.
Dependiendo de los flujos de efectivo esperados y el propósito del activo, este puede ser medido de diversas maneras. Entre ellas, a través del valor razonable, que refleja el precio que recibiría la entidad por vender el activo en una transacción ordenada entre participantes del mercado, en la fecha de medición. Esto, siempre y cuando se pueda medir debido a la existencia de un mercado activo y se pueda hacer de forma fiable y precisa.
¿Cómo los clasificamos y medimos?
La NIIF 9 establece dos criterios principales para decidir cómo se deberían clasificar y medir estos activos:
- ¿Con qué propósito se mantienen?
Nos debemos preguntar si la entidad planea mantener el activo para obtener ganancias a corto o largo plazo, si se tiene la intención de realizar trading, etc. - ¿Qué pagos se esperan recibir?
El activo generará solo pagos de intereses o también otros ingresos, como ganancias por su venta.
Una vez que tenemos claros estos puntos, podemos clasificar estos activos financieros en tres tipos:
1 – A costo amortizado
Este tipo de activo se clasifica de esta manera cuando la entidad tiene la intención de mantener el activo hasta su vencimiento y, durante ese tiempo, solo se reciben pagos de intereses y del principal. Es decir, los flujos de efectivo que genera el activo son contractuales y consisten únicamente en pagos periódicos de intereses, sin ninguna intención de venderlo antes de su vencimiento. El activo, por lo tanto, no se mantiene con fines especulativos.
Ejemplo: bonos a largo plazo en los que la entidad solo recibe pagos periódicos de intereses y al vencimiento recibe el pago del principal.
El activo se valuará utilizando el costo amortizado, que refleja el valor presente de los pagos futuros descontados a la tasa de interés efectiva. Es decir, se calcula el valor de los flujos de efectivo futuros (principal e intereses) y se ajusta a su valor presente utilizando dicha tasa de descuento.
2 – A valor razonable con cambios en otro resultado integral
Se clasifica en esta categoría a los activos cuyo propósito puede ser cobrar los flujos de efectivo contractuales (principal e intereses) o venderlos en el futuro. Los flujos de efectivo derivados del activo pueden ser pagos contractuales de intereses y principal, pero también existe la posibilidad de vender el activo para obtener una ganancia.
El modelo de negocio, en este caso, es distinto al anterior, ya que se especula con el rendimiento del activo financiero a lo largo del plazo. Por ejemplo, la entidad podrá venderlo si las condiciones del mercado le resultan favorables o si lo necesita financieramente.
Ejemplo: Instrumentos de deuda del gobierno a largo plazo, que la entidad puede mantener para recibir los pagos de intereses y el principal, pero también puede vender si el precio de mercado sube debido a cambios en las tasas de interés o en las condiciones económicas.
Este tipo de activos se valora a su valor razonable, pero los cambios en su valor no afectan de inmediato a las ganancias de la entidad. Por este motivo, los resultados se registran en el Otro Resultado Integral (ORI) y se reclasifican posteriormente al Estado de Resultados cuando se vende o se liquida el activo.
3 – A valor razonable con cambios en resultados
Esta categoría incluye a los activos financieros mantenidos con fines de negociación (trading) o aquellos que no se mantienen con el propósito exclusivo de cobrar los flujos contractuales de efectivo (principal e intereses). Es decir, son activos cuya gestión se basa en obtener ganancias de la venta o de la fluctuación de su valor de mercado, y no en mantenerlos hasta su vencimiento para obtener pagos periódicos de intereses.
Ejemplo: Bonos que la entidad adquiere con la intención de venderlos en el corto plazo para aprovechar cambios en los precios del mercado.
Estos activos se valoran a su valor razonable en el mercado, y cualquier cambio en su valor afecta directamente a los resultados de la entidad, es decir, se registra directamente en el estado de resultados.
Resumen
Cada tipo de clasificación depende del modelo de negocios de la entidad y del propósito que tiene al mantener el activo, así como de los flujos de efectivo que se esperan recibir, ya sea pagos contractuales de intereses, la venta del activo o ambos. Estos criterios no solo determinan la clasificación contable, sino también cómo se valora y cómo se registran los cambios en su valor a lo largo del tiempo.
Tipo de Activo |
Modelo de negocio | Valoración |
Ejemplo |
A costo amortizado | Mantener hasta vencimiento. Solo pagos de intereses y principal. | Costo amortizado (descuento de pagos futuros). | Bonos a largo plazo con pagos periódicos de intereses y principal. |
A valor razonable con cambios en ORI | Recibir flujos contractuales o vender si el mercado es favorable. | Valor razonable, cambios en ORI, reclasificación a resultados posteriormente. | Instrumentos de deuda del gobierno a largo plazo que puede venderse si las tasas de interés cambian. |
A valor razonable con cambios en resultados | Mantener para negociación o fluctuación de valor de mercado. | Valor razonable, cambios en resultados. | bonos comprados para vender a corto plazo. |
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